Desde hace unas semanas que me habían propuesto subir a Guajara a pernoctar allí, así que ayer viernes fue el día elegido. Al salir del curro rápido para casa a comer preparar la mochila y pal’ coche para subir al Parador, como yo salía más tarde de trabajar le dije al grupo que subieran ellos que yo ya le cogería o que nos veríamos arriba.
Empecé a subir a las 19:15 a un buen ritmo sin ir demasiado deprisa pero tampoco lento, como iba solo decidí subir por la degollada de Guajara que si bien es un poco más largo el camino es más suave y sencillo que por el frente, como muchos sabrán el principio es por la pista de 7 Cañadas, esta es la parte más pesada pero bueno enseguida me encontraba en el sendero que llega a la degollada de Guajara un pequeño descanso para beber agua y a por el último tramo que llega a la cima de Guajara. Llegue arriba a las 21:15 es decir tardé 2h justas, cuando llegué el grupo no había llegado todavía, ellos subieron por el frente, llegaron a los 20’ pero cual fue la sorpresa que venían con Roberto un niño de 6 añitos que había subido como un campeón y según me dijeron sin quejarse en ningún momento.
Después de descansar y de jugar un poco con Roberto nos empezó a entrar un poco de hambre así que nos pusimos a cenar, recogimos y Roberto me dio una introducción a las clases y poderes de los Pokemon vamos que nos pusimos a jugar con los muñequitos. Cuanto más de noche se hacía más estrellas se veían en el cielo nos pusimos a verlas pero como hacía un poco de frío decidimos meternos en los sacos a ver si lográbamos ver alguna estrella fugaz (valla que si vimos), así viendo las estrellas nos dormimos (o por lo menos lo intentamos por que poco dormí).
Nos despertamos antes del amanecer y empezamos a recoger y a desayunar, no hacía tanto frio como por la noche pero algo de fresco si que hacía, aunque hay que agradecer que no hizo viento en ningún momento; estuvimos esperando a que amaneciera, la verdad es que la vista era fantástica, a pesar del mar de nubes se veían El Hierro, La Gomera, La Palma y Gran Canaria. Una vez hubo amanecido esperamos un poco a que nuestro pequeño amigo Roberto se despertara y empezamos a bajar.
Mientras bajábamos recibo un mensaje de Dario que estaba en el Parador a punto de salir para un entrenamiento de cara a Runspiral, así que quedamos en vernos en el cruce con 7 Cañadas pero como nosotros íbamos un poco más lentos el decidió subir un poco y nos encontramos un poco más abajo de la degollada, una abrazo le dimos ánimos y el siguió con su entrenamiento y nosotros seguimos bajando hacia el Parador. Por todo el camino desde lo alto de Guajara Roberto y yo fuimos jugando a diferentes juegos que nos hicieron más amenos el camino. Por fin llegamos a los coches y decidimos ir a tomar algo antes de despedirnos, fuimos al Portillo así que una CocaCola y pa’ casa a descansar.
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